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Moxa III
El Apóstata

Al hacer mención del nombre con el que dos maravillosos seres, surgidos de un cuento de hadas, decidieron que yo habría de ser conocido, junto con los apellidos que me han legado, me presento. Soy ERNESTO ZARZA GONZÁLEZ. Nací en Bogotá, Colombia, el 27 de abril de 1973. Recuerdo que desde muy niño, quizás cuando tenía dos o tres años, me llamó la atención la biblioteca de mis padres. El variopinto cuadro que conformaban los libros me atrajo de una manera inexplicable; tan sólo fue ver los variados textos para, como por arte de magia, hacerlos aparecer en mis manos. Muchos de ellos tienen grabadas las señales indelebles que les dejó mi infantil curiosidad y mi prematuro amor por las letras; las mencionadas marcas así lo reflejan: compensé mi desconocimiento de los signos alfabéticos con la originalidad de los grabados rúnicos que fijé en algunas páginas, grabados con los que pretendí emular a la insondable escritura. Desde ese momento se formó, entre los libros y yo, un idilio vitalicio, un nexo indestructible, a pesar de que la serie de signos indescifrables que contenían los textos continuaban siendo un misterio para mí. Por supuesto, dicho arcano contribuyó de manera manifiesta a fomentar mi curiosidad.

El misterio se develó, como todo misterio resulta develado, de una forma simple: siguiendo la tradición ancestral de la humanidad, en las noches mis padres me deleitaban con la lectura de unos cuentos que terminaron siendo parte de mi propio ser; y, a diferencia de la inmensa mayoría de los infantes, yo no quedaba satisfecho con una sola narración. Mis ojos, lejos de cerrarse en la mitad del relato, se abrían más en la medida en que éste iba desarrollándose, como si quisieran abarcar de una mirada todo ese mundo de fantasía que ante mi pueril imaginación se presentaba. El sueño, como si se sintiera despreciado, de mí se iba aturdido; sin recato alguno, casi exigiéndoles, como los niños mimados lo hacen, les pedía a mis progenitores que leyeran más, más, más. En una reunión, mi madre, con una hermosa sonrisa, dijo que descansó cuando aprendí a leer. Se formalizó mi unión con los libros. Entré a formar parte de la “sociedad subterfugia” a la que hace alusión Milan Kundera en “La insoportable levedad del ser”.

Adelanté mis estudios de primaria y secundaria en el Gimnasio de Los Cerros, colegio ubicado en Bogotá, de donde me gradué como Bachiller Versión Internacional. Motivado por los comentarios y el empuje que me dieron mis padres y mis profesores de expresión oral y escrita, Víctor Hugo Rivas (QEPD) y Carlos Mario Lopera, en esos años comencé a grabar mis primeras palabras sobre el papel. Lo hacía a mano y (todavía mi mente lo guarda como si fuera un cuadro indeleble) mi papá, cuando llegaba de trabajar en la oficina, se sentaba frente a una máquina de escribir y trasladaba lo que yo le dictaba. Después estudié Derecho y obtuve el título de Abogado en la Universidad de La Sabana. Sin embargo, el apoyo de esos dos seres maravillosos que son mis progenitores continuó. Me ayudaron a transportarme a Buenos Aires, en donde seguí la carrera de Periodismo Deportivo en la Escuela Superior de Ciencias Deportivas (creo que no soy soberbio al acotar que de ella me gradué con honores). En Buenos Aires recibí dos menciones de honor por participaciones en concursos de poesía. Sin embargo, mi destino no era quedarme en la Argentina: una funesta neumonía estuvo a punto de acabar con mi vida y mi temor a vivir otra situación límite en soledad motivó mi regreso a Bogotá. Pero las leyes del Universo son inexorables y la causalidad hizo que, de esa forma, conociera al amor de mi vida, quien ahora es mi esposa, mi báculo, mi ángel de la guarda, mi sostén: Judith Verhelst Montenegro. Ella, al igual que mis padres y mis hermanos, han sido los baluartes de los que mi existencia se ha
sostenido.

 

Hugo "Hache" Holguín

Ilustrador y diseñador gráfico radicado en Bogotá. Estudió ilustración y diseño gráfico, y desde 1999 se dedica profesionalmente a la creación gráfica, combinando dibujo, ilustración, diseño gráfico y diseño de logotipos.

Su campo de acción específico es el diseño e ilustración editorial, ha trabajado en más de doscientos proyectos editoriales haciendo cubiertas (portadas) de libros y maquetación editorial. En los últimos años ha colaborado con escritores locales y extranjeros en publicaciones de libro digital para Amazon.

Ha sido además docente de ilustración en sitios especializados como la Escuela Nacional de Caricatura y la Academia de Artes Fábula.

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